La Drosera,  también conocida como "rocío del sol" ,es uno de los géneros más numerosos de plantas carnívoras,que incluye aproximadamente 194 especies. Son miembros de la familia Droseraceae que atraen, capturan y digieren insectos utilizando glándulas mucilaginosas localizadas en la superficie de sus hojas, con el fin de complementar la nutrición, pobre en minerales, que obtienen del suelo en el que crecen. Las especies de este género, muy variadas en tamaño y forma, pueden encontrarse de forma natural en todos los continentes, excepto en la Antártida.

Tanto su nombre científico –derivado del griego δρόσος [drosos]: "rocío, gotas de rocío"– como el nombre vulgar –rocío del sol, que deriva del latín ros solis: "rocío del sol"– hacen referencia a las brillantes gotas de mucílago que aparecen en el extremo de cada hoja, y que recuerdan al rocío matinal.
Son plantas perennes herbáceas; sin embargo, también existen algunas pocas especies anuales. Suelen formar racimos de entre un centímetro y un metro de altura, dependiendo de la especie. Las trepadoras (es decir, las que forman tallos que pueden "enroscarse" para sujetarse a otras plantas), llegan a medir hasta tres metros como es el caso de la Drosera erythrogyne.
Se ha probado que estas plantas pueden llegar a vivir hasta 50 años. El género está tan especializado en la obtención de nutrientes a través de su comportamiento carnívoro que carece de las enzimas necesarias para utilizar nitratos procedentes del suelo, actividad nitrato reductasa en particular.
Las rocíos del sol se caracterizan por sus tentáculos glandulares, cuyas terminaciones son secreciones pegajosas que cubren sus láminas. El mecanismo de captura y digestión emplea usualmente dos tipos de glándulas: las localizadas en las hojas que secretan el mucílago dulce para atraer y atrapar insectos y las enzimas para digerirlos, y las glándulas sésiles que absorben el caldo de nutrientes resultante, ausentes en algunas especies, como la Drosera erythrorhiza.
Las secreciones dulces de las glándulas pedunculares generalmente atraen presas pequeñas, fundamentalmente insectos. Luego de que las toca, la presa queda atrapada en el pegajoso mucílago que les impide escapar, más tarde el insecto morirá cansado o asfixiado, a medida que el mucílago lo envuelve y tapa sus espiráculos. Mientras tanto, la planta secreta enzimas esterasa, peroxidasa, fosfatasa y peptidasa que lo digieren y liberan sus nutrientes, que luego serán absorbidos por la superficie de la hoja y serán utilizados en el crecimiento de la planta.
Todas las especies de este género son capaces de mover sus tentáculos en respuesta al contacto con su presa. Éstos son extremadamente sensibles y se curvan desde el centro de la hoja con el fin de hacer que la presa tome contacto con la mayor cantidad de glándulas mucilaginosas posible. Según Charles Darwin, el contacto de una pata de un pequeño mosquito es capaz de inducir esta respuesta, conocida como sismonastia, muy rápida en algunas especies. Los tentáculos exteriores o "complementarios" de la Drosera burmanii y la Drosera sessilifolia pueden doblarse hacia adentro para capturar presas segundos después de que el insecto se haya posado sobre la planta, pero más efectiva es la Drosera glanduligera que lo hace en décimas de segundo.

Además de su capacidad para mover estos tentáculos, algunas especies pueden curvar sus hojas para maximizar el contacto con la presa. Entre ellas se encuentra la Drosera capensis, que hace, tal vez, el movimiento más dramático, curvando totalmente sus hojas sobre su presa en treinta minutos.
Un nuevo tipo de pequeñas protuberancias (casi siempre de color rojo y amarillo) fue descubierto recientemente en varias especies australianas, como la Drosera indica y la Drosera hartmeyerorum. Si bien su función no se conoce todavía, se supone que ayudan a atraer a la presa.
La morfología de las hojas de las especies de este género es extremadamente variada, abarcando desde las sésiles y ovaladas de la Drosera erythrorhiza hasta las bifurcadas en forma de "Y" de la Drosera binata.
El rango de distribución de este género se extiende desde el norte de Alaska hasta el sur de Nueva Zelanda. Los lugares donde hay mayor diversidad de este tipo de plantas son Australia (donde habita casi el 50% de las especies conocidas), Sudamérica y el sur de África (más del 20% en ambos casos). Pocas son las especies que habitan Eurasia y Norteamérica. Este último grupo está considerado como en la periferia del rango genético, ya que la mayoría de las rocíos del sol no se acercan al círculo polar ártico. A diferencia de lo que se pensaba antes, la radiación específica no habría ocurrido cuando el continente Gondwana se separó, sino que se produjo como consecuencia de una amplia dispersión y posterior adaptación al medio. Se piensa, además, que los orígenes del género se dieron en África o Australia. 

Solamente tres especies son oriundas de Europa: La Drosera intermedia, la Drosera anglica y la Drosera rotundifolia. Cuando los rangos de distribución de las dos últimas especies se superponen, se hibridan en la infértil Drosera × obovata. Además de estas tres especies y este híbrido, Norteamérica posee otras especies adicionales: la Drosera brevifolia (desde Texas a Virginia), la Drosera capillaris (Caribe), la Drosera linearis (Estados Unidos y Canadá) y la Drosera filiformis, que posee dos subespecies nativas de la costa este de Norteamérica, el Golfo de México y el panhandle de Florida.
El género es usualmente descrito como cosmopolita, es decir, que tiene una distribución mundial. El botánico Ludwig Diels, autor de la única monografía sobre la familia Droseraceae existente hasta la fecha, llamó a este comentario "una mala interpretación de la muy inusual distribución de este género, admitiendo que, efectivamente, estas plantas "ocupan una importante parte en la superficie de la Tierra" Señaló particularmente la ausencia de especies de Drosera en casi todas las zonas áridas, innumerables selvas tropicales, la costa del Pacífico, la Polinesia, la región mediterránea y África del Norte; como también la escasez de diversidad de especies en zonas templadas como Europa y Norteamérica.
Las plantas dentro del género crecen durante la estación húmeda o constantemente en hábitats con suelos ricos en ácidos y altos niveles de luz solar. Entre sus hábitats comunes se encuentran las ciénagas, terrenos pantanosos, marismas, los tepuys de Venezuela, los wallums de las costas de Australia, el fynbos de Sudáfrica y las riberas húmedas. Muchas especies crecen asociadas a musgos del género Sphagnum, que absorbe una gran parte de los nutrientes del sustrato y lo acidifica, haciéndolos menos accesibles a la planta.
Es un género muy variable en términos de hábitat. Especies de rocío del sol se han adaptado a una amplia variedad de medios, incluyendo selvas, desiertos (la Drosera burmanii y la Drosera indica) e incluso ambientes sombríos (las especies oriundas de Queensland). Las especies de climas templados, que forman un hibernáculo en invierno, son un ejemplo de esta clase de adaptación a su hábitat; en general, estas plantas abundan más en los climas cálidos y tienen una resistencia al frío moderada.
Muchos compuestos medicinalmente activos se encuentran en las rocíos del sol, incluyendo flavonoides, quinonas, y otros compuestos, entre los que sobresalen ácidos vegetales (ácido cítrico, ácido fórmico, ácido gálico), resina, tanino y vitamina C.

Fuente de la nota: Wiki, Kuriositas,





1 comentarios

  1. Anónimo // 15 de abril de 2014, 17:36  

    EXISTEN EN CHILE ESTE TIPO DE PLANTAS Y EN DONDE SE PUEDEN ENCONTRAR???

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